viernes, 31 de enero de 2014

Johnny Kidd and The Pirates ("Of the seven sounds")








A finales de los 50, esa gloriosa maquinaria de ruidos que es el Rock n' Roll todavía andaba en pañales, sus primeros y prometedores pasos estaban perdiendo fuerza, el trágico accidente en el que Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper perdían la vida, la prematura muerte de Eddie Cochran y el alistamiento en el ejercito de Elvis Presley, hacían temer por su futuro, los sesenta llegaban con nuevas y renovadas energías, ideas frescas y nuevos ritmos, un escenario en el que el Rock n' Roll parecía haber envejecido prematuramente. Pero el Rock había llegado para quedarse, superviviente nato, tuvo que cruzar el charco para aprender la forma de volver a conectar con su público. Fue en el Reino Unido, donde había calado muy fuerte, el lugar en que comenzaría a resurgir gracias a un puñado de jóvenes artistas llegados del skiffle (aquella primitiva mezcla de folk, blues, pop, y jazz interpretada con instrumentos acústicos al alcance de las debilitadas economías de la época), nombres como como Lonnie Donegan, Tommy Steele, Adam Faith, Billy Fury, Cliff Richard y sus inseparables Shadows.. pioneros que asimilaron a la perfección aquello que veían en el cine sobre esos músicos del otro lado del océano. Una influencia que les llevó a crear un estilo propio, algo que iría evolucionando hacia ese "beat" que años más tarde aterrizaría en Norteamérica como una invasión de ida y vuelta. Hoy os traigo una de esas pioneras bandas que  encabezaron el británico "resurgir" del Rock, adelantados a su tiempo, infravalorados y admirados por partes iguales, y posiblemente la banda más importante del R&B británico de la era pre-Beatles...Johnny Kidd and The Pirates.

La verdadera historia de The Pirates comienza a mediados de los 50 con una banda llamada Bats Heath and The Vampires en la que figuraba un tal Frederick Heath (aka Johnny Kidd ) a las voces y la guitarra. The Vampires no tenían mucho éxito, nadie quería contratarlos, hasta que decidieron añadir genuino Rock n' Roll a su repertorio habitual. Las cosas mejoraron, pero el skiffle pasó de moda y la banda acabó disolviéndose. Sin embargo, un cazatalentos llamado Don Toy, había visto posibilidades en el joven Fred, se propuso dar alas al talento creativo del músico, creando un grupo a su medida, the Fabulous Fred Heath Band duró muy poco, luego llegaría the Five Nutters y posteriormete un "experimento"  con forma de grupo con tres voces (the Fred, Mike and Tom Show), un auténtico descalabro que no acabó con la carrera del cantante gracias a su talento compositivo. En aquel momento muy pocos artistas componían Rock en el Reino Unido (tal vez únicamente Billy Fury), y Frederick ya había vendido un poderoso tema de atractivo título al dúo The Bachelors, quienes no supieron que hacer con aquella estupenda sucesión de acordes y convirtieron "Please don´t touch" en un auténtico fracaso. Sin embargo, los de discos HMV se dieron cuenta de que el problema no era la canción, así que se pusieron en contacto con su autor y le propusieron grabarla de la manera en la que había sido compuesta, en clave de Rock!.


 El 18 de abril 1959, Frederick Heath, junto a los Nutters, entra el los estudios Abbey Road para grabar su propia versión de "Please don´t touch", uno de los técnicos debió de sorprenderse mucho al ver al cantante con su parche (ocultando su ojo de cristal, al parecer, y según una leyenda, el cantante perdió su ojo derecho afinando su bajo, se le saltó una cuerda y desafortunadamente le acertó en el ojo, una circunstancia que el artista utilizaba disfrazándose de pirata en sus conciertos), así que en lugar de poner en el registro Frederick Heath and the Nutters, tuvo la brillante idea de inscribirlos como Johnny Kidd and The Pirates, y así quedó para la historia. El resultado fue implacable, un rock realmente muy evolucionado para aquel momento, riffs trepidantes, guitarreos pre-garaje, voces amenazantes, todo eso sin perder el espíritu del auténtico rock n' roll americano. A diferencia de otros rockeros contemporáneos, Kidd no imitaba la inflexión vocal de Elvis, ni el estilo de Cochran, su personal estilo era tan novedoso que el público británico (posiblemente no estaban preparados para aquello) no supo que hacer con aquel enigmático y noctambulo tema, por lo que tan sólo logró un tímido puesto 20 en las listas, sin embargo, la puerta se había abierto, y dejaba entrever un montón de nuevas sensaciones...

Tan solo un año mas tarde llegaban al número uno de las listas con otro oscuro tema, "Shakin 'All Over", pilar básico de un estilo que, años mas tarde, sería consolidado como baluarte del Rock de los 70. Un alarde de maestría vocal, en la que Kidd "dobla" su voz en dos pistas (un recurso que posteriormente sería muy utilizado por unos de sus admiradores, unos chicos llamados Lennon y McCartney), y la magnífica guitarra de Alan Caddy, distorsionada con un mechero recorriendo sus trastes, un precursor del moderno Slide (aunque no podemos adjudicarle la idea, ya que muchos Bluesman llevaban años tocando sus guitarras con el cuello de una botella de cerveza). La canción encabezaría las listas de éxitos durante semanas, y muchos de los que la escucharon se quedaban atónitos al descubrir que aquel sonido llegaba de una banda británica, recordemos que era agosto de 1960, y las listas estaban copadas por Cliff Richard, Paul Anka, o The Everly Brothers, por lo que aquel sonido era un todo un descubrimiento.

"Shakin 'All Over" fue la cima del éxito de Johnny Kidd,pero no su final, las listas de éxitos contaban frecuentemente con las canciones de la banda, en su mayor parte versiones de clásicos del Rock ("My Babe", "Casting my spell", "Shop around", "A Shot of Rhythm and Blues"...), pero su principal baza era su puesta en escena, un montaje muy teatral, anticipándose a grupos como Kiss, Screaming Lord Sutch o Alice Cooper. Cubrían el fondo del escenario con unas enormes telas que simulaban el velamen de un galeón, los Piatas ataviados con su camiseta de rallas marineras, y al frente Johnny Kidd, con su parche y un enorme sable que solía acabar clavado en el suelo del escenario (y a punto estuvo de causar mas de un accidente). Otro elemento diferenciador con otras bandas de la época era el número de guitarras, por aquel momento se imponían los combos con dos o mas guitarristas sobre el escenario, the Pirates sólo contaban con uno. El efecto debía ser demoledor, Kidd en centro del escenario, con Frank Farley justo tras él a la batería, flanqueado por Johnny Spence (bajo) y Mick Green a la guitarra (Mike fue uno de los grandes guiarristas de los 60 y 70, tanto con the Pirates, como acompañando a Billy J Kramer and The Dakotas, Paul McCartney, o Van Morrison), una línea clásica que tuvo mucha influencia en las bandas de Rock de los 70, tanto es así que, observando a Kidd, el entonces guitarrista de "The Detours" decidió dejar a un lado su guitarra y concentrar su energía en la parte vocal y la puesta en escena, aquel muchacho se llamaba Roger Daltrey y daría mucho que hablar en el futuro (la lástima es que no exista en la red ni un sólo vídeo de la banda en vivo... y si lo hay, yo al menos, no he logrado encontrarlo).


Al llegar 1964, la " invasión británica" fue tomando forma y Kidd se quedó en las sombras, reconfiguró su banda y en 1966, con un ambiente mas favorable para el Rock y el Rhythm and blues, parecía estar todo listo para un resurgimiento, pero el 7 de octubre de 1966, regresando de un bolo junto a Nick Simper (nuevo bajista de la banda, y posteriormente miembro original de Deep Purple), chocaron frontalmente contra otro vehículo en la A58, cerca de Radcliffe , Lancashire. Kidd, que ocupaba el puesto de co-piloto, falleció al instante (al igual que los ocupantes del coche contra el que colisionaron), Nick sufrió un par de fracturas y algunos cortes sin importancia. Con tan solo 31 años desaparecía uno de los talentos mas revolucionarios e incomprendidos de la historia del rock. The Pirates intentó seguir sin su vocalista, pero la cosa no funcionó, con el tiempo Johnny Kidd ha sido considerado un "musico de culto", adorado y reivindicado por grandes del rock como Dr. Feelgood, the Who, the Beatles, Led Zeppelin, Iggy Pop, o The Guess Who. Precursores del Beat, su sonido sirvió de puente entre el skiffle y el Rock de los 50, y la revolución Pop de los 60, rockero misterioso y auténtico, la música de Kidd es un barco que navega siempre en alta mar con las velas a todo trapo... Rock n' Roll del bueno grumetes!

2 comentarios:

  1. Magnífica presentación del panorama isleño a finales de los 50, y sobre todo, reivindicación de una figura, la de Johnny Kid, que parace haber sido olvidada por los propios aficionados que se tienen por "rockeros". Parece como si no hubiese en el mundo más que los americanos; y no digo que unos sean mejores que otros, pero el papel de Johnny fue fundamental en la Isla.

    Y sí, la desgracia tan típica en el mundo del rock and roll, el accidente de coche, de moto o de avión. Era como una peste por entonces, que se llevó a la mitad de la plantilla. Pero esas canciones siguen ahí.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda rock and roll, del bueno y estupendo en forma y contenido. Gracias por tu estupenda reseña. En esa doble corriente del rock británico, la beat y la del blues, hay muy poco conocimiento de la primera, salvando la importancia del skiffle y mucho más información sobre la segunda quizás porque las influencias son más evidentes.
    Salud.

    ResponderEliminar

A ver colega...¿que tienes que añadir?, estamos deseando tu opinión!