martes, 15 de abril de 2014

"Canciones Malditas "...segunda parte



Aquella mañana parecía augurar otra monótona semana en la Cleveland Elementary School, en San Diego (California), un lunes más, pero aquel 29 de Enero de 1979, un espíritu atormentado e incomprendido decidió que había llegado el momento de hacerse oír. Brenda Ann Spencer no tenía muchos amigos, a sus 16 años lo que le gustaba eran las armas, y tenía buena puntería, esas navidades su padre (un maltratador que le había destrozado la vida a base de abusos y vejaciones) le había regalado un rifle semiautomático, y Brenda pensó que era un buen día para probarlo. Sentada tras su ventana, comenzó a disparar a los alumnos que entraban en la escuela frente a su casa, aquello le divertía, reía mientras apretaba el gatillo una y otra vez. Alcanzó a 8 niños, el director de la escuela (Burton Wragg) y el guarda Mike Suchar intentaron proteger a los pequeños y lo pagaron con sus vidas. Al llegar la policía, los recibió a balazos, hiriendo a uno de los agentes. Atrincherada en su casa, la negociación duró más de seis horas, aquel acontecimiento mantuvo en vilo a la población estadounidense, que seguía el triste acontecimiento a través de la televisión. Cuando finalmente salió de su casa, esposada y escoltada por dos agentes, un periodista le preguntó por sus razones para tal acto, Brenda, serena y con una terrible frialdad, se detuvo y respondió: " Estaba probando mi rifle, eso es todo, sólo fue por diversión...además, no me gustan los lunes"...

Ese mismo día, el músico irlandés, Bob Geldof se encontraba en Atlanta, en una gira de promoción para dar a conocer a los americanos el trabajo de su banda The Boomtown Rats, un año antes habían llegado al número 1 en U.K. con "Rat Trap". El caso es que la noticia, y la falta de remordimiento de la joven impactó en el artista británico, que decidió volar hasta Los Angeles para reunirse con su banda y ponerse a trabajar en una canción, un tema crítico sobre el acomodado estilo de vida de la sociedad globalizada, que, en algunos casos, tienen consecuencias extemadamente trágicas. Con cierta influencia Jamaicana, un potente piano y un especial énfasis en la frase principal, nace uno de los temas mas conocidos de la década de los 80..."I Don't Like Mondays". El tema tuvo serios problemas para ser emitido en los USA, demasiados sensibles a que una banda británica cantara sobre un día tan terrible para ellos, aún así fue un rotundo hit, aunque muchos desconocieran el verdadero trasfondo del tema, y ¿quien no ha cantado este tema uno de esos espesos lunes?...



Era viernes, 22 de noviembre de 1963, cuando Lee Harvey Oswald, decidió (sólo o, según algunas teorías, con ayuda de alguien) acabar con la vida del trigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, apostado tral la ventana de un almacen de Plaza Dealey, en Dallas, cumple su funesto propósito con un rifle con mira telescópica. Posiblemente, aquel acontecimiento fue el más impactante para la población estadounidense durante varias décadas, una herida difícil de cerrar, y que hizo correr ríos de tinta, y por supuesto, inspiró cientos de canciones, cada una con su propio mensaje. Pero aquellos días fueron especialmente trágicos para un músico de Nashville llamado Bobby Hebb. Hijo de dos músicos ciegos, Bobby pasó su infancia y juventud cantando y tocando junto a su hermano Harold, les iban bien las cosas, se codeaban con gente como Bo Didley o Chet Atkins. Pero un día después del asesinato del Presidente norteamericano, Harold fue asesinado en un night-club de su ciudad natal. Consternado por tanta violencia, cayó en una brutal depresión, aunque finalmente decidió buscar un sentido a tal locura, y lo hizo a su manera, con música. Así que Bobby Hebb decidió escribir un canto a la vida, una llamada a los nuevos (mejores) tiempos, una canción sensible y optimista, un canto a la esperanza y al amor. "Sunny" fue presentada en 1966 mientras acompañaba a Los Beatles en una de sus giras americanas, el tema llegó rápidamente a lo más alto de las listas, "robando" ligeramente el público a los cuatro de Liverpool. Sin embargo, y a pesar de que Hebb, compuso muchos y grandes temas, sólo se le recuerda por este precioso himno, una de las canciones más hermosas que se han escrito, a pesar de su triste trasfondo...



Peter Fechter tenía 18 años, trabajaba como obrero de la construcción en la República Democrática Alemana, y no era feliz, su sueño era escapar. Un año antes, el levantamiento del muro que dividía las "dos alemanias", había hecho que la situación fuese cada vez más tensa y difícil. Así que el 17 de agosto de 1962, Peter decide, junto a su amigo Helmut Kulbeik, esconderse en un taller de carpintería, ubicado cerca del muro, desde allí podían observar los movimientos de los guardias y así, aprovechando un descuido, saltan desde una de las ventanas, cruzando hasta "el corredor de la muerte" (la franja entre el muro y otro paralelo que se estaba empezando a construir), comienzan a trepar por el muro en busca de su libertad. Sin embargo, los guardias se percataron del movimiento y comenzaron a disparar, Kulbeik, con más suerte que pericia, consigue cruzar al otro lado, sin embargo, Fechter es alcanzado en la pelvis, cayendo en tierra de nadie, a la vista de cientos de testigos de ambos lados, incluidos algunos periodistas, a pesar de sus gritos, no recibió ayuda alguna. Peter murió desangrado ante la vista (y la vergüenza) de todos, tras una hora de agonía. Su muerte (la primera del muro de Berlín) se convirtió en un símbolo de la libertad, manifestaciones desde ambos lados utilizaron su nombre como estandarte, una cruz fue puesta en su honor en un punto cerca del lado occidental donde cayó...

A finales de los 60, en una España que también soñaba una libertad, Luis Armenteros y Pablo Herrero (Los Relámpagos) deciden componer un tema inspirándose en este trágico suceso, y trasmitir el ansia de libertad en forma de canción. (debo decir que estos datos son difíciles de corroborar, y que la letra está sujeta a miles de interpretaciones, pero comprobaréis que despes de leer esto, la letra cobra un gran sentido). El artista escogido para interpretar el tema fue una incipiente estrella de la música, una de las mejores voces que ha tenido nuestro país, el valenciano Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo. En 1971, y tras una exitosa gira por Latinoamérica, regresa a España para grabar un nuevo disco, "Mi tierra" (1972), con el que se sitúa en el número uno de ventas gracias a "Libre", la optimista exaltación de la libertad que, rápidamente, también es adoptada como himno por algunos regímenes Latinoamericanos...

Y con este tema, acabamos este macabro repaso a las canciones malditas, hoy dedicado a las que fueron inspiradas por trágicos sucesos, espero no haber parecido macabro o frívolo, y que disfrutéis de estos temas por lo que son, grandes canciones, y dejad sus razones como anecdóticas y curiosas... Un saludo!


Els Cinc Xics (Valencia Rockera)





Los años sesenta fueron, en general, un escenario temporal en el que eclosionaban nuevas corrientes artísticas, eran tiempos de cambios, arte, literatura, cine y música buscaban nuevos lenguajes, mas comprometidos, mas libres. El Rock se convirtió en el principal referente sonoro de los jóvenes de medio mundo, y a pesar de nuestra "especial" situación política, en España también bebimos de esos aires renovadores y pretendidamente rebeldes. Por lógica centralización Madrid se convirtió en el principal foco de actividad musical del momento, muy de cerca le seguía Barcelona, puerta hacia la libre Europa, con inmejorables accesos a las novedades discográficas gracias a sus conexiones por tierra mar y aire. El resto de comunidades jugaban en desventaja, las bandas que surgían debían de emigrar, hacer los "madriles", si querían tener algo de repercusión a nivel nacional. Pero surgió un tercer punto geográfico que producía grupos de calidad, con un circuito propio de actuaciones de prestigio, una tierra de gran tradición musical y festera, evidentemente os hablo de mi tierra, Valencia. La capital del Turia contaba con populares sesiones dominicales de Rock, importantes salas de directo, festivales veraniegos, actuaciones de primer nivel durante las fiestas Falleras, pero sobre todo, los músicos valencianos contaron con el empuje del locutor (y leyenda en la radiodifusión valenciana), Enrique Ginés (Discomoder) quien desde las ondas, potenció que nombres como Los Milos, Los Top Son, (por supuesto) Bruno Lomas, o Los Pantalones Azules, resonaran a nivel nacional, proyectando a nuestros artistas fuera de nuestras pequeñas fronteras mediterráneas...

 Recordemos que a pesar de todo, eran tiempos en los que había que andarse con ojo con según que cosas, levantar la voz tenía sus riesgos, por lo que muchos jóvenes abrazaron el Rock'n'Roll como un vehículo, cuyo espíritu transgresor codificaba en rasgueos de guitarra y solos de batería, aquello que no se podía decir con palabras. La chavalada comparte sus inquietudes en espacios esenciales como el Club Universitario de Valencia, de entre las aulas universitarias surgen decenas de formaciones rockeras, pero el rock nunca fue elitista, no llegó para segregar, sino para unir. En los barrios mas humildes hierve el mismo espíritu renovador y rebelde, como en el marinero barrio de El Cabanyal, un histórico núcleo de casas de pescadores (la mayoría de dos o tres alturas, del siglo XIX, construido sobre las antiguas barracas marineras que discurrían paralelas al mar). Es en este contexto donde cinco chavales con intereses comunes deciden unir sus fuerzas para tocar Rock, José Manuel Ballester (cantante), Antonio Pizá (guitarra), Vicente Gay (bajo y saxo), Ramón Asensio (batería) y José Llusar (teclados) surgen en 1965 bajo el nombre de Els 5 Xics (Los 5 Chicos). Su principal referente es el Rock norteamericano, pero también el Beat británico y el Rhythm and Blues, su estilo es tosco, garagero y seminal, curtido a base de modestos bailes dominicales de barrio. Su debut profesional sucede en el desaparecido Teatro Ruzafa, donde ganan el primer premio en un festival de conjuntos noveles. Este galardón les abre las puestas de las salas mas prestigiosas de la provincia, y pronto su nombre es sinónimo de rock puntero y prometedor...



En 1967 consiguen firmar un contrato discográfico con el modesto sello Sesión, para su primer single apuestan por un tema propio, “Tiene los Ojos Azules” (Sesión, 1967), le sigue “El Chimpancé”, un simpático baile al estilo "Mashed potato", el "Twist", o el "Hully Gully", pero ambientado en su propio barrio, y se suman a la ola del flamenco-pop con "Española bonita", singles de mediana calidad, pero que consiguen alta aceptación en su ciudad, sin embargo no consiguen ni acercarse al público de otras provincias. Sin embargo la cantidad de discos que venden en Valencia llama la atención de EMI, quien los ficha a principios del 68 para su filial Regal. La banda se marcha a Barcelona para grabar, el sello les concede cierta libertad para elegir su repertorio, pero las sesiones de grabación sucederán durante los días que dejen libres las estrellas de primera fila de EMI, sin ataduras, la banda evoluciona y crea temas poco comerciales pero de calidad como "El árbol del pan" o "El hombre gris", en las que se incorpora al combo el organista Bernardo Adam Ferrer. Cuando regresan a Valencia ni siquiera saben que singles van a ser publicados, ya que esa decisión queda en manos de la discográfica. Pero los de Regal saben lo que se hacen, ahora els 5 xics son siete, al nuevo organista le suman otro saxo y el sonido de su nuevo single es mucho mas compacto, "La otra tarde" es su debut con Regal, una balada típica con un omnipresente teclado y con un Jose Manuel mucho mas seguro vocalmente. Su cara B es todo un desafío, una impecable y magnífica versión de un potente Rhythm'n'Blues, "Raising your hand", compuesta por Steve Cropper, y Eddie Floyd, para este último. Interpretado en su idioma original, con un magnífico ritmo medio, riff en los metales... y mucho Soul al estilo Stax, un tema que injustamente pasó sin pena ni gloria y que marcaba un nivel muy superior a otras bandas contemporáneas. Atentos que es bestial:



También publican un single en su lengua vernácula, "Quan un home vol una dona", una curiosa y digna versión en valenciano del clásico "When a man loves a woman" de Percy Sledge, que amplía aún mas su popularidad en casa. Luego los anteriormente citados "El árbol del pan" y "El hombre gris", un single raro y atractivo a partes iguales, arreglos exquisitos entre la psicodélia y la balada pop, cambios melódicos y rítmicos muy marcados y unas letras casi místicas. Els cinc xics son proclamados por votación popular en una emblemática emisora como el mejor grupo valenciano del momento, su estilo es ahora un pop con ciertas influencias del soul y la psicodelia. Su difusión se extiende al resto del territorio nacional, nunca llegan a impactar en exceso, aunque sí consiguen cierta popularidad en la cornisa cantábrica, principalmente en Bilbao, donde por mor del destino, el mánager de Mocedades les ofrece un intercambio para que sus chicos actúen en Valencia y Els 5 Xics en el norte. A principios del 71 cambian de discográfica, bueno mas bien los de Regal buscan otro tipo de producto y endosan a la banda a Unic, donde intentan convertirlos en un grupo festivalero de canción del verano, al estilo de Formula V y Los Diablos, los chicos afrontan el nuevo reto con oficio, honestidad y profesionalidad, pero su fama y calidad va en declive hasta que en 1976 acaban sus grabaciones, separándose sin hacer ruido antes de comenzar la siguiente década.

Otra de esas olvidadas bandas a reivindicar, sin una trayectoria impactante, pero parte fundamental de la evolución y la historia de nuestra música pop, para despedirles os dejo con "Soy muy hombre", en mi opinión una de las mejores versiones jamas perpetradas del temazo "I'm a man" de The Spencer Davis Group. Atentos a la estupenda intro, la instrumentación, la batería, la parte vocal y la estupenda letra (no se acredita de quien es la "personal" adaptación). Tremendos...recordar que eran de aquí, de Valencia, tal vez si hubiesen sido de Chicago o California les habría ido de otro modo... ¿no?

jueves, 3 de abril de 2014

Vinilos de Oro: "Natural"



 Que no se asuste nadie, voy a hablaros de Juan Pardo. Es posible que después de este anuncio alguno empiece a notar picores, sudor frío o taquicardia... otros, de mente mas abierta y acostumbrados a mis propuestas musicales, se dejaran llevar a ver que pasa, y un último grupo (estos serán los menos me temo) les habrá dado un pequeño vuelco el corazón al intuir de lo que les vamos a hablar hoy. Antes que nada debo poneros en antecedentes, escucho a Juan Pardo desde que tengo uso de razón, mi padre fue posiblemente uno de sus mayores fans (un disco suyo era un regalo muy socorrido y acertado para las navidades), por lo que en mi casa su música y su voz van irremediablemente asociados al recuerdo de mi padre... pero no creáis que me estoy poniendo sensiblero, no traigo a Juan Pardo a Grafistántaneas por eso, aquellos discos de mi infancia me hicieron conocer al artista, pero aquellas canciones eran de mi padre, nunca conectaron conmigo, y ahí quedó la cosa. Con el tiempo (y algo de nostalgia) volví a interesarme por su figura, posiblemente el recuerdo mayoritario sea el del Juan de los 80, un cantante de canciones ligeras modernillas, chaqueta azul marino con botones dorados, camisas rosas, coros de niños y legión de jubilautas al fondo... algo que no se ajustaba en absoluto al sonido de los singles que recordaba poner una y otra vez en aquel plato con ampli de bombillas. Es entonces cuando (re)descubrí un artista esencial, injustamente etiquetado, un pionero del pop cuya verdadera importancia ha quedado ensombrecida por su etapa mas populachera (aunque supongo que mas rentable también), un artista cuyo momento cumbre debe situarse entre el 71 y el 76, cuando su talento y evolución dieron como resultado un buen puñado de discos impecables, entre los que debo destacar uno que nunca estuvo entre la colección de mi padre, una verdadera joya a medio camino entre el cantautor acústico, el folk, y el misticismo pop... y completamente en inglés... España, año 1972...

A principios de los 70 Juan Pardo todavía era un cantante con conexiones pop, lejos quedaba aquel 1962 cuando mereció el premio al "mejor rocker español del año", con versiones como "Whole lot of a shakin' going on", de Jerry Lee o "La bamba", luego llegaron Los Pekenikes (aún un grupo vocal, donde el director artístico de la compañía comentaba sobre él en estos términos: "Mira, volved a llamar a Junior. Ese chico que habéis traído no sirve para cantante y jamás hará carrera", poco después coincidiría con el filipino en Los Brincos, para unirse como dúo como Juan y Junior, donde comenzó a destacar como compositor e intérprete de un eficaz pop clásico, con grandes armonías vocales y arreglos orquestales, con temas como "Tiempo de amor", "En San Juan", "Nos falta fe", "La caza", "Anduriña" (tema favorito de Picasso, gracias al cual tuvieron la oportunidad de conocerse en Francia), "Tres dias" o "Nada". En 1969, tras un desencuentro con Junior decide emprender una carrera como solista, en ese momento se destapa un nuevo Juan Pardo, arriesgado, innovador y sin la imperiosa necesidad de cumplir con los compases de la melodía. Su primer single hace temblar a los directivos de Zafiro, un tema de siete minutos (cuando en  en aquella época ninguno sobrepasaba los tres o tres minutos y medio), y encima compuesto en gallego. Desconfiados, le presionaron fuertemente, pero Juan no cedía, al final le convencieron sobre lanzar una versión en castellano a la misma vez que la original, Zafiro-Novola, que no lo veía nada claro, sacó por su cuenta solo la versión en castellano y sin avisar (que por cierto fue un inesperado éxito), hubieron discursiones, desencuentros, enfados, y finalmente se lanzó la otra... pero Juan se negó a cantar nunca mas en la versión elegida por Zafiro y en sus conciertos sólo la interpretaría en galego...pero volvamos a "Natural" que me estoy perdiendo, y no quiero liaros...



El inicio de los 70 fueron tiempos de cambio para el pop español, muchas de aquellas punteras bandas de los 60 veían como sus cantantes se "independizaban" e iniciaban su andadura como solistas. Juan Pardo debuta con "Soledades" un disco irregular, formal y melancólico a veces, con momentos memorables como la enérgica  “Quise por querer”, aunque también peñazos como "Eva", una inaguantable letanía sentimental de siete minutos, o "Noreen" tema con el que Juan parece avisar de cuales son sus intenciones inmediatas. Parecía que el artista sufría de una personalidad múltiple, por un lado el comercial casposillo, por otro el cantautor optimista, el proto trobador de las aldeas, y el moderno artista pop. En esta última faceta, Pardo intenta abrir el mercado anglosajón, compone y canta en inglés con una marcada influencia del pop británico del momento (faceta que explotó apadrinando a la cantante británica Andee Sylver). En aquel momento Juan, posiblemente en una etapa mística, decide apostar por algo diferente, una evolución en su forma de componer, sentir y hacer, en sus propias palabras: "un volver a las raíces puras de la composición, una guitarra con el acompañamiento de otras guitarras, órgano, bajo y batería, y hacer las canciones en su base mínima, que no tuviesen demasiado adorno. Y ahí nació el concepto de "Natural". Pop y Folk se unen en este disco, un gran trabajo, canciones desnudas, casi un antecesor del "unplugged",  una producción que puedes poner perfectamente junto al " Teaser And The Firecat" de Cat Stevens, o el "Sunshine Superman" de Donovan.



 Editado en el sello Erika, del que Juan era copropietario, "Natural" se graba en los estudios Trident de Londres, con Andee Silver en los coros y Chris Spedding (Roxy Music) como guitarrista principal, Clem Catini (The Tornados) a la batería, y el director de orquesta Colin Green. Posiblemente hoy pueda considerarse este disco como una rareza, poco nombrado y que nunca se incluye entre los recopilatorios del artista, y es que, a pesar de la buena acogida de la crítica, "Natural" no funcionó nada bien en el mercado, el público no supo digerir que de repente, un cantante que compone y canta en castellano y gallego, se pusiera a cantar en inglés unos temas tan "intensos". "Natural" se coloco en el número uno de ventas gracias a los elogios de la prensa, pero no aguantó mucho el tirón y se fue diluyendo tras los temas de Nino Bravo, Jeanette, Camilo Sexto, o Formula V (estos dos últimos deben algunos de sus éxitos a Pardo). "Natural" puede entenderse como un álbum conceptual que evidenciaba las influencias del rock, country y folk del compositor, tanto es así que Pardo no permitió que se editaran singles del disco, el disco debía convertirse en una experiencia completa. El tema que le da nombre es excelente  (en sus dos versiones), hubo una versión en español, mucho mas rítmica que sirvió como fondo para un spot de trinaranjus (Juan hizo diversos trabajos en publicidad), el resto del disco deambula en la misma línea, temas elegantes con cierto aire introspectivo, pero sin el trascendentalismo filosófico de otros artistas de la época,  "Where is Love", “Hiroshima”, "Count on me" o "Come Back"  valen una escucha por si solas.



 Durante la promoción,los de CBS le invitaron a una cena en Londres, allí se encontraba Juan, sentado entre Tony Bennett y Matt Monro, hablaron de su disco, George Martin se interesó por el, esa misma noche se lo hizo llegar, su (anecdótica) respuesta fue inmediata y, según cuenta el artista, en un tono sincero: “Fantástico, me gustó muchísimo, creo que tienes un camino estupendo. Si alguna vez necesitas algo, llámame”. Con "Natural" Juan comienza una trilogía inglesa que se completa con "My Guitar" (1973) y "Conversations with myself" (1974), donde experimenta con el Country y el rock sureño, siempre desde un pop suave, este último, aunque mas flojo se convierte en su mayor éxito, su single en castellano ("Conversaciones conmigo mismo") se coloca en el numero uno de ventas (para mi es un tema impresionante) durante doce semanas, entre el 28 de septiembre y el 14 de diciembre, en ese momento Juan entiende que el círculo estaba cerrado, y era hora de cambiar de rumbo.

Es muy probable que hoy ya nadie recuerde la razón por el que "Natural" fuese un disco tan especial, yo tenía un añito cuando salió al mercado, no lo viví, pero recordar que estábamos en 1972, nadie en España hacía nada parecido musicalmente, al menos para el gran público (a nivel, digamos, underground, gente como Smash estaban alentándose décadas con su concepto sonoro). "Natural" es uno de los mejores discos de la dilatada carrera del cantante gallego (aunque nacido en Palma de Mallorca), es posible que algunos piensen que este disco no ha soportado bien el paso del tiempo, es su problema, ya lo aviso, en cuestiones musicales el tiempo no es un factor que reste, en mi opinión es todo lo contrario, en los trabajos honestos y de calidad, siempre suma. Además, durante esa época Juan no se limitó a sus discos y conciertos, mientras tanto ayudaba a alcanzar el estrellato a un buen puñado de artistas como Camilo Sesto, los Pecos, Andrés do Barro, Massiel, Manolo Galván, Nuestro Pequeño Mundo, Maruja Garrido, Daniel Velázquez, The Casuals, Andee Silver, Juan Erasmo Mochi, Luis Gardey, Los Mismos, La Zarzamora, Marisol, Miguel Ríos, Juan Camacho...etc. El Juan Pardo que me gusta es el anterior a los 80 (nunca he entendido por que de repente se reivindican  como "modernas"  figuras como Raphael  o Rocio Durcal, mientras se dejan atrás otras mucho mas influyentes e importantes), en aquel momento  Juan era nuestro Paul McCartney, compositor, productor implicado, innovador, con una gran visión comercial, posiblemente empalagoso y amable en exceso, con predilección por los cambios de ritmos y con unos arreglos que siempre me recuerdan al Beatle (salvando las distancias, o sin salvarlas). Ahora si que reconozco dejarme llevar por una simpatía arraigada en mis recuerdos, y que algunos de estos temas de Pardo, en el fondo ya presagiaban el futuro camino del artista, en cualquier caso que "Natural" (My Guitar", ó "Conversations with myself")  sean discos de Juan Pardo no debe de intimidaros, dejar atrás los prejuicios (yo tampoco simpatizo en exceso con el Pardo de los 80), escuchen este último tema que le da título y sumérjanse en este sonido "Natural", una propuesta que hay que paladear despacio... háganme caso y disfrútenla sin mas prejuicios...




viernes, 28 de marzo de 2014

Borrowed Songs (by the Beatles) (4)

John Lennon lo resumía años después: "Cuando Brian murió, supe que ahí se acababa todo...".

George Harrison y Mary Hopkin
 Brian Epstein falleció de sobredosis (accidental, dicen) de barbitúricos, el 27 de agosto de 1967, el mismo fin de semana en que los Beatles conocieron en Gales al Maharishi Mahesh Yogi, que paradoja...finalizaba una etapa, comenzaba otra. Un visionario promotor, decisivo en el auge y universalización de los Beatles, y del pop británico en general. Relativamente olvidado (ni siquiera tiene un hueco en el Salón de la Fama del Rock and Roll), gestionó eficazmente el mayor fenómeno musical de todos los tiempos, incluso ayudó a fundar la compañía que posteriormente se convertiría en Apple Corps, su muerte no fue el caos, pero se le pareció bastante.
 Seguramente la segunda etapa de canciones "prestadas" deba de comenzarse en el 68, (aunque a nivel discográfico me gusta mas enmarcarla en el 66) donde sus composiciones comienzan a estar marcadas por diversos condicionantes, la presencia de las drogas, el agotamiento de la banda, sus rupturas internas...(no es un análisis ortodoxo, sólo una manera de poder organizar estos posts, así que no me repliquéis con datos y fechas..) un largo etcétera que les había llevado a abandonar las armonías bocales y los ritmos beat, en una introspectiva búsqueda de madurez, un tira y afloja interno, entre conciencia social, complacencia pop, evolución musical, experimentación, y algo del ego henchido del triunfador. Aunque como directivos de una compañía discográfica, su labor de tutelar e impulsar los artistas de su sello les obliga a implicarse a un nuevo nivel, algo que solía hacer siempre Epstein, un nuevo reto que hace tambalearse mas aún el núcleo Beatle...


El primer proyecto de Apple Corps (bajo la división de Apple Films) fue la película Magical Mystery Tour, proyecto fallido de Paul McCartney para mantener la banda unida, limar asperezas y crear buenrollismo. Nada de eso pasó, así que cada uno volvió a sus cosas, entre ellas, involucrarse en las sesiones de grabación de los artistas de su sello discográfico. Durante su primer año, Apple Records y Apple Publishing firmaron con varios artistas notables como James Taylor, Billy Preston, el virtuoso del sitar Ravi Shankar (padre de Norah Johnes), John Tavener,... aunque su primer fichaje fue una apuesta por una desconocida banda con potencial, que habían pasado inadvertidos entre 1965 y 1967 con el nombre de The Iveys. Los cuatro Beatles, que en aquel momento casi nunca estaba de acuerdo en nada, si coincidieron en que Badfinger (que así se llamaron cuando ficharon por Apple) lo tenían todo para triunfar. Posiblemente, para ser justos con su talento y su triste y deprimente historia, exprimidos, masticados, digeridos y regurgitados por la industria discogáfica, Badfinger merezcan un post aparte (quien sabe, tal vez en otra ocasión), hoy nos conformaremos con unas pinceladas. Una vez en Apple, Badfinger dieron buena cuenta de sus dotes compositivas en su primer single "Maybe Tomorrow". No hay ni que decir que fue Paul McCartney (un tanto marimandona), quien decidió tutearles. Paul había grabado una demo de una de sus composiciones mientras esperaba a sus colegas en Abbey Road (lo hizo todo, las voces, piano, batería, bajo, maracas...), sabía que era un buen tema, pero no encajaba en los Beatles, así que vio en Badfinger la opción perfecta para su nuevo tema. Les cedió "Come an Get it", pero les puso una condición, debían de grabarla igual a la maqueta que él había hecho, sin hacer cambios ni florituras (finalmente sólo rebajaron el tempo). El resultado fue todo un éxito, un millón de copias vendidas, top4 en las listas británicas y 7 en Billboard.. "Come And Get It" apareció incluido en la BSO de la película The Magic Christian protagonizada por Peter Sellers,un trabajo que Rolling Stone definió como “una buena forma de limpiar el aire después del paso de Led Zeppelin"...fue el principio de los "nuevos Beatles", Badfinger, peleles de McCartney y marionetas del destino pop...una lástima...otro día os lo cuento...



 Jackie Lomax había sido uno de los pioneros del Merseybeat, a principios de los 60 solía tocar en The Cavern junto a su banda The Undertakers, allí conoció a John, Paul, George y Ringo. cuando el éxito le volvió la espalda decidió probar suerte en solitario, hizo algo con CBS que nunca vio la luz, así que a finales de esa misma década, al recibir una llamada de su amigo Harrison interesándose por él, no lo dudó ni un momento y aceptó encantado el mecenazgo de su camarada. En 1968, en Rishikesh, India, tras una de las clases del Maharishi sobre los beneficios de la meditación, George concibió "Sour Milk Sea" con la intención de que formara parte del White Album de los beatles, sin embargo fue descartada por el resto de sus compañeros de banda. Al fichar a Lomax le ofrecieron de inmediato el tema de George, y al tratarse de un viejo amigo, decidieron implicarse en la grabación el propio Harrison, su amigo Eric Clapton, Paul McCartney, Ringo Starr y Nicky Hopkins. El tema fue bien acogido por la crítica, demostraba la madurez compositiva de Harrison en el ocaso de los Beatles, las emisoras de radio la pinchaban con frecuencia, sin embargo no fue el hit que Apple esperaba, un sonoro fracaso comercial que Lomax no conseguiría remontar, hasta grabó un single con Paul McCartney en una sesión la noche antes de casarse con Linda, usando a todos sus músicos… pero nada. Parecía que Apple estaba gafado, y sus músicos destinados al fracaso, una lástima, por que Jackie tenía voz y distinción para ser una baza ganadora...



 El "fracaso" del single de Jackie Lomax fue propiciado por la comparativa con el extraordinario éxito de los anteriores lanzamientos de Apple, “Hey Jude” de los Beatles y “Those Were The Days” de Mary Hopkin se alternaban en el número 1 a finales del 68, Mary fue una de las protegidas favoritas de Paul, su relación fue muy fructífera y duradera, se volcó en la joven galesa desde el día en que la modelo Twiggy se la recomendara tras verla en un concurso de talentos televisivo (Oportunity Knocks, que lo ganó por cierto cantando "Turn Turn Turn" de los Byrds). Para su debut en Apple, Paul le ofreció "Those were the days", una adaptación al inglés de una melancólica balada gitana, un tema popular ruso ("Дорогой длинною") que había tenido relativo éxito entre los artistas folk de principios de los 60, que los Moody blues había rechazado grabar en 1966. Adaptado a la preciosa y vibrante voz de la Hopkin, el tema fue un rotundo éxito, que la colocó en la cima del éxito, en ese momento McCartney decide ofrecerle un tema a su medida. Así surge "Goodbye", una canción compuesta deprisa a principios del 69, para aprovechar el tirón del éxito inicial de la artista. Para acelerar el proceso de aprendizaje, Paul le grabó la canción a Mary en una cinta casera, los arreglo orquestales fueron a cargo de Richard Hewson , que también había orquestado "Those Were the Days". El resultado fue otro éxito masivo, Paul se volcó en la promoción, en su primera rueda de prensa Mary fue acompañada por el Beatle, su esposa Linda, y para arroparla llevó también a Donovan, Eric Clapton, y a Jimi Hendrix. El single cosechó triunfos en toda Europa, y se colocó en el nº 2 del Reino Unido (tras "Get Back", otra composición de McCartney). Una preciosa balada, muy del tono de otros trabajos de Paul en aquel momento ("I Will", "Mother Nature's Son") que perfectamente podría haberse incluido en el White Album de los Fab Four...

jueves, 13 de marzo de 2014

Borrowed Songs (by the Beatles) (3)


Tommy Quickly y Billy J. Kramer


Podríamos decir que, en lo referente a canciones Beatles cedidas a otros artistas, existen dos etapas bien diferenciadas, en la primera, estimulados principalmente por el interés crematístico de Brian Epstein y, por que no decirlo, por McCartney, subido a la ola del éxito y con una ambición desmedida por dejar su huella en la historia del pop (Lennon compartía en parte esa necesidad, pero su desilusión llegó pronto, y cambió su visión del asunto, y con ello sus prioridades). La segunda, que por razones evidentes me gusta enmarcarla en la creación del sello Apple, la abordaremos mas tarde, antes debemos hacer un último repaso a las canciones compuestas para otros artistas en el auge de la beatlemania, marcados por el estilo que hizo popular a los fab-four en sus inicios, un sonido fácilmente identificable, respaldado por un éxito masivo, codiciado por la industria e imitado por muchos de sus coetáneos, eso sí, con los matices de la evolución propia de Lennon y McCartney, y el aporte personal del artista al que iba destinado, comencemos...

 Paul siempre fue el Pigmalión Beatle mas activo, prestaba y componía sin parar en un afán desmedido de gloria pop, Lennon le seguía de cerca, al menos al comienzo, pero su perfeccionismo y su constante evolución le hacía ser mucho mas cauto con sus temas, y con la gente a la que se los cedía, por eso se volcó con Billy J. Kramer. Habitualmente Brian Epstein solía rescatar descartes de los Beatles para ofrecerlos a sus protegidos. Billy solía llevarse las mejores partituras, y antes de publicarlas solía consultar con Lennon sobre el resultado, tomaba muy en serio la opinión de su "mentor". Así que cuando le mostró su versión de “One and one is two”, un tema de McCartney que nunca dio la talla para los Fab-four, John le dijo: "Billy, amigo, publica este sencillo y tu carrera musical se habrá acabado". Por supuesto Kramer le hizo caso. Pero Epstein no quería desaprovechar ni una sola nota de sus chicos así que se la ofreció a los Fourmost, pero a Brian O'Hara, líder del cuarteto, le pareció simplona y no perdió tiempo ni en grabar una prueba. El tema parecía destinado al olvido, pero un desconocido grupo sudafricano, con cierto éxito en Rhodesia,  afincado en Liverpool y con ganas de hacerse un hueco en las listas de éxito europeas, the Strangers with Mike Shannon  aceptaron encantados el tema, a sabiendas que un "Lennon/McCartney" siempre les abriría muchas puertas. Pero no fue así, su repercusión fue casi nula, aunque hizo que la banda consiguiera hacer algunos bolos... y es que como vaticinó Lennon, el tema no era ninguna joya... a veces los Beatles también componían algún fiasco...(pero por eso lo descartaban)...

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Como todos sabéis los cuatro de Liverpool eran básicamente una banda vocal, los temas instrumentales de su discografía son puramente anecdóticos, el blues "12 Bar Original" (grabado en 1965, sin editar hasta el "Anthology 2"), "Flying" (1967, Magical Mistery Tour), y un par de intentos de emular el sonido de the Shadows grabados mucho antes del primer éxito Beatle: "Cayenne" compuesta por McCartney, y grabada en su casa a comienzos del verano de 1960 con Stuart Sutcliffe maltratando el bajo, y la destacable "Cry for a Shadow" (Harrison/Lennon 1961), un poderoso acercamiento al particular sonido de la guitarra de Hank Marvin, que iba a ser lanzado como cara B de un single de Tony Sheridan (al que acompañaban como "the beat Brothers"), destacable por curioso y por ser el único tema acreditado a John y George juntos (y sin Paul). Muchas de estas curiosas y precoces composiciones fueron recuperadas en recopilaciones, como material inédito, curiosidades, demos, etc... sin embargo algunas tuvieron una segunda oportunidad en manos de otro artista. A finales de los 50, cuando todavía eran The Quarrymen, McCartney compuso una pieza instrumental al estilo del Jazz que solía escuchar de pequeño, “Catswalk” nunca fue grabada por los Beatles (existe un registro de un ensayo en el Cavern, a finales del 62), así que en 1967, cuando conoció al mítico trompetista y trombonista Chris Barber, no dudó en ofrecérsela. En julio de aquel mismo año grabaron una primera versión en el Marquee Club de Londres, junto a su banda The Chris Barber Band. Ambos artista convinieron que se podía hacer mejor, una semana después volvían a intentarlo en  Chappell Recording Studios donde quedó registrada a modo de jam session con público bajo el nombre de "Catcall", se dice que el propio Macca tocaba el órgano aquel día, y entre el batiburrillo de voces que se escuchan al final de la pieza están la del propio McCartney y su novia Jane Asher...

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Y finalizamos esta primera etapa con otro tema que no funcionó (vaya los tres de hoy no es que sean grandes hits), otro rescate de la papelera Beatle que Brian Epstein colocó a uno de sus protegidos con el propósito de subir su popularidad y así vender mas discos. A mediados de 1963 un jovencito risueño y pecoso estaba a punto de lograr el sueño de cualquier artista británico. Brian Epstein se había fijado en su voz al frente de the Challengers, el grupo no le gustaba, pero él si, le había diseñado un lanzamiento artístico que le iba a llevar a lo mas alto, mucha publicidad, presencia en los medios, shows televisivos, giras... y lo mas importante, un single de lanzamiento firmado por Lennon y McCartney, "Tip of My Tongue" lo iba a colocar en la cima del éxito. Tommy Quickly pensó que Lennon bromeaba cuando le dijo que "aquello era basura de Paul y no suya", George Martin tampoco estuvo conforme con aquel lanzamiento, sabía que era un error, pero Brian estaba convencido de su apuesta. "Tip of My Tongue" salió al mercado sin ninguna repercusión, a pesar de ello, Epstein se esforzó en lanzar la carrera de Tommy, durante los siguientes 18 meses abrió los conciertos de los Beatles, Gerry and the Pacemakers y Billy J. Kramer, salió en televisión, le adjudicaron a Remo Four como banda de acompañamiento, voló a los Ángeles, hizo un especial de navidad... Pero los esfuerzos físicos y económicos de Brian cayeron en saco roto. Tommy Quickly tras tocar levemente el cielo se convirtió en  el fracaso más caro y llamativo de Epstein, una borrón mas de la era Merseybeat. Tal ves por eso Tommy fue uno de los primeros músicos de la historia en sucumbir a las drogas duras, protagonizando una rocambolesca historia de prensa en la que le daban muerto por sobredósis de heroína (en realidad lo ingresaron por una crisis nerviosa). Y es que en aquel momento se  sobrevaloraba en exceso el poder de todo lo Beatle, y en ocasiones podía desencadenar el efecto contrario al esperado... aún así merece que lo recuperemos ¿no?...

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jueves, 6 de marzo de 2014

Borrowed Songs (by the Beatles) (2)



Cilla Black Y Paul McCartney


Avanzamos una semana mas, (re)descubriendo algunos de los temas Beatles que nunca fueron grabados (al menos oficialmente) por los cuatro de Liverpool Lennon y McCartney, sabedores de la demanda del público y la industria de todo lo relacionado con los fab-four, y con el estímulo de su mánager Brian Epstein (me lo imagino con el símbolo del dolar en los ojos), se apresuraron en ampliar su espectro de acción. Entre 1963 y 1969 sello de excelencia Lennon/McCartney, en otros artistas está siempre presente en un gran número de singles de las listas de éxitos, ya sea en versiones o en composiciones escritas expresamente para otros. Por eso los 60 son de los Beatles, sin embargo y a pesar de la prolífica capacidad compositora del dúo británico, crear nuevo material para los nuevos discos de los Beatles, girar con la banda, atender los requisitos de las promociones, y además escribir nuevos éxitos para sus compañeros músicos no era tarea fácil, por lo que decidieron abrir el cajón del olvido, allí donde caen esas composiciones para sí mismos que fueron descartadas por uno u otro motivo, y aquellos otros primigenios temas que compusieron juntos entre 1950 y 1963, ya no eran útiles para the Beatles, pero en plena vorágine Beatle, todo lo relacionado con ellos era oro puro. Algunas de estas canciones gozaron de cierto éxito, otras se diluyen en el olvido (material de gozo para beatlemaniacos), hoy volvemos a rescatar algunas de estas no tan recordadas composiciones, y de paso, conocemos algo de las historias y los interpretes a quien fueron destinadas, comencemos...


 En 1964, mientras Billy J. Kramer conseguía el éxito masivo gracias a "Bad to me" de Lennon, McCartney decidía que sus composiciones podían ser un buen material para una artista femenina, así que decidió volcar su talento en una joven promesa de Liverpool (rollete tal vez?, quien sabe) llamada Priscilla Maria Veronica White. La joven artista era una conocida de los Beatles en la época en la que comenzaron a saborear sus primeros triunfos, trabajaba a media jornada como como asistente de vestuario en The Cavern (el mítico club que hicieron famoso en todo el mundo los Fab Four). Decidida a ser artista, cuentan que la joven había subido a cantar en mas de una ocasión con Rory Storm and the Hurricanes (grupo en el que tocaba la batería Ringo Starr, junto al que interpretaba a dúo el tema "Boys"), pronto destaca y comienza a cantar con el nombre de "Swinging Cilla" o "Cilla White". Cambió su nombre artístico cuando un periodista escribió un artículo sobre uno de sus conciertos en the Cavern, posiblemente amnésico por algún exceso, olvidó el apellido de la chica, recordaba que estaba relacionado con un color, apostó erróneamente al negro y cambió “Cilla White” por “Cilla Black” que, todo sea dicho, tenía mas personalidad. Cilla fue presentada a Epstein por los propios Beatles, quien le consigue un contrato con Parlophone, la pelirroja se convierte en una máquina de hacer éxitos, su primer single “Love of the loved” entró timidamente en las listas a pesar de tener el sello Lennon-McCartney, Epstein vio que la cosa no funcionaba y le impuso un cambio, le dio una imagen más sofisticada y americanizó su repertorio con canciones como “Anyone who had a heart”, de Burt Bacharach, el éxito llegó rápido y volvió a darle canciones escritas por Paul, pronto llegan otros hits como “Step inside love”,  y sobre todo “It’s for you” (1964), con el que McCartney (que toca el piano en el tema) logra desmarcarse del sonido merseybeat, adaptándose a las cualidades vocales de la artista, con este tema conseguiría alcanzar la parte alta de las listas británicas y estadounidenses. 


La fallida prueba de Decca dejó una grabación que posiblemente quedara archivada entre otros descartes, con el éxito de los Beatles será editada ilegalmente una docena de veces, su valor artístico es inferior al gran valor documental, el material fue seleccionado por Brian Epstein, quien se decantó por un puñado de covers, habituales en su repertorio, y sólo tres canciones compuestas por el dúo Lennon/McCartney. Entre ellas la primera escrita por John Winston Lennon, “Hello little girl” (compuesta en 1957), cuya primera maqueta casera fue grabada con Stuart Sutcliffe en el bajo, y en Decca, con Pete Best a las baquetas. Con la eclosión del Merseybeat, decenas de grupos de Liverpool siguieron la estela dejada por los Beatles. The Four Jays intentaban hacerse un hueco, tocaron en The Cavern en 1961, tres semanas antes que los fab-four, pero pasaron desapercibidos, varios cambios internos y algo de rodaje les llevaría de nuevo al mítico club en 1963, esta vez se hacían llamar The Fourmost, eran buenos instrumentistas, los arreglos vocales excelentes, y tanto Brian O'Hara como Billy Hatton tenían unas eficaces voces, así que Brian Epstein se fijó en ellos. Al igual que hizo con los Beatles, les puso en contacto en Parlophone, y con el productor George Martin. La banda tenía un gran impacto melódico, pero les faltaba vivacidad, un sello distintivo, algo al estilo de los Swinging Blue Jeans, así que recurrieron a los viejos temas de los Beatles. Su prometedor lanzamiento fue “Hello little girl” (1963), un estupendo tema rítmico, genial vocalmente, que les colocaría en el Top9 de el Reino Unido (compitiendo con la versión de Gerry and The Pacemakers grabada un par de semanas después). Su siguiente éxito también tendrá el característico sello Beatle, "I'm in Love" les mantuvo en el candelero, incluso haciéndose un hueco en las listas USA. Su trayectoria fue muy irregular (con un top-6 con "A Little Loving", Russ Alquist, 1964), casi se puede decir que desaparecieron en la primavera de ese mismo año. Sin ningún éxito destacable, la banda sufrió un golpe del que nunca se recuperó,  Millward  falleció en 1966 por leucemia. Fourmost fueron perdurables por que ninguno de sus componentes sabia componer, y  además el resto de bandas del momento les superaban en sus directos, su final era inevitable. Paul McCartney les produjo “Rosetta” en 1969 en un vano intento de recuperar viejos laures, pero ya era tarde, su momento pasó, y fue fugaz...


A principios de 1965 los Beatles se encierran en los estudios de grabación de EMI, en el número 3 de Abbey Road, para seleccionar y grabar las siete canciones que se incluirían en "Help!", segunda aventura cinematográfica de la mano de Richard Lester, que (junto a otros siete temas) darían forma al quinto álbum de la banda. Durante aquellas semanas los cuatro de Liverpool intentaron sacarle provecho a todo el material que habían compuesto, algunas canciones no pasaron de una primera toma de contacto, pero grabarían mas de veinte para escucharlas después junto a George Martín y decidir sobre ellas. Al menos media docena de canciones quedaron "en espera", algunas saldrían publicadas como cara B de los singles promocionales, como "Yes It Is", un fallido intento de Lennon de volver al sonido de "This Boy", otras como "If You've Got Trouble" (compuesta para lucimiento de Ringo), serían desestimadas para su uso en la película (a cambio le darían "Act Naturally"), alguna, como "Wait", sería rescatada posteriormente para Rubber Soul, el resto quedaron como material de coleccionista. “That means a lot” fue otro de esos descartes, era una composición de Paul, una balada con un patrón rítmico similar a "Ticket To Ride", intentaron grabarla el 20 de febrero, intentando crear unos arreglos similares al trabajo de Phil Spector y su "muro de sonido", era algo diferente a sus anteriores trabajos, y en un principio quedaron satisfechos. El 30 de marzo retomaron el tema, aquel día acabó todo, Lennon creía que era un pastel demasiado dulce para su gusto, McCartney o estaba seguro, así que decidieron ofrecérsela a alguien que tuviese un estilo al que le fuese mejor. Y así fue a parar a James Marcus Smith (P. J. Proby), un histriónico cantante tejano que llegó a Inglaterra en 1964, invitado por el productor Jack Good, para actuar en el show de televisión “Around the Beatles”. Dirigido por George Martin, Proby dio a “That means a lot” (Liberty, 1965) una gran intensidad dramática, ralentizando el tema, añadió uno coros femeninos, unos arreglos de cuerda (al estilo Yankee) alejándola del sonido Beatle, y poniendo su estupenda voz como eje central del conjunto. Fue el comienzo de la exitosa (aunque irregular) carrera de Proby, una estupenda carta de presentación con el sello McCartney, una soberbia composición que, en mi opinión, los Beatles deberían de haber recuperado uno o dos años después... otro día os cuento mas cosas...

viernes, 28 de febrero de 2014

Borrowed Songs (by the Beatles) (1)

Paul McCartney  junto a Peter Asher





Brian Epstein (sagaz mánager del cuarteto de Liverpool) no podía creerse la suerte que tenía, los Beatles resultaron ser la gallina de los huevos de oro, desde su primer álbum "Please, Please me" (1963) Lennon y McCartney se habían empeñado en componer la mayor parte de su repertorio, a pesar de las reticencias del productor consiguieron colar mas de media docena en su primer Lp, algo muy poco corriente en aquel momento. El éxito de los Beatles, aparte de los pingües beneficios directos que le reportaban, convirtieron a Epstein en el productor del momento, decenas de bandas de Liverpool y alrededores solicitaban sus servicios a través de su compañía NEMS Enterprises, solo nombrarlo era garantía de conseguir un contrato discográfico, por lo que se encontró manejando a un buen puñado de jóvenes artistas con ganas de triunfar. En aquel momento la prolífica capacidad para componer del tándem Lennon/McCartney era increíble, cada día aparecían con nuevas ideas, algunas de ellas nunca prosperaban, otras se descartaban por no tener el nivel adecuado, aquello resultaba un desperdicio de talento, por lo que a Epstein se le ocurrió una brillante idea, les propuso ceder parte de aquellos temas a los otros grupos que estaban bajo su tutela, aprovechando así en nombre de ambos para potenciar (y asegurarse) el éxito de estas nuevas bandas. Podíamos considerar esta como la primera etapa respecto a "cesiones" de temas Beatle, la segunda vendría tras la formación del sello Apple, y los Beatles se ven en la obligación de potenciar a sus protegidos regalándoles varias de sus composiciones, pero este tema lo trataremos en posteriores encuentros...

La lista de temas es bastante amplia, aún imitándonos al tiempo en el que los Beatles existieron como grupo, el número de temas cedidos puede superar la treintena con facilidad. Lennon y McCartney comenzaron a escribir canciones incluso antes de ser The Beatles, ambos se conocían bien y coincidían en muchos conceptos musicales, pero también tenían sus diferencias, por lo que muchas de sus composiciones quedaban siempre en la reserva. Gracias a su nueva labor como "padrinos" de otros artista, tanto Lennon como McCartney pudieron dar rienda suelta a su creatividad como compositores sin miedo a conflictos inter-beatles. Sin hacer un recuento exhaustivo, McCartney sería el mas prolífico a la hora de ceder sus creaciones, aunque en los primeros años Lennon puede llegar a empatar, con la creación de Apple Records, se desentendió ligeramente, guardando sus composiciones para si mismo, en ese momento se implicaría George Harrison, cuya madurez como compositor comenzaba a destacar al nivel de la de sus dos colegas. Pero volvamos al comienzo, cuando sus composiciones iban destinadas a amigos y apadrinados de Epstein...



William Howard Ashton era un músico de Lancashire, guitarrista en el grupo Billy Forde and the Phantoms, que decidió convertirse en cantante el día le robaron su guitarra. A principios de los 60 cambió su nombre por el de Billy Kramer and the Coasters, formación con la que consiguió ser el tercer grupo mas popular en el Merseyside, tras los Beatles y Gerry and the Pacemakers. Siempre en busca de nuevos talentos, Brian Epstein decidió ofrecerse como su mánager, sin embargo the Coasters se negaron a volverse profesionales, por lo que le consiguió una nueva banda de acompañamiento, un grupo de Manchester llamados the Dakotas. Durante esa época coincide en numerosas ocasiones con los Beatles, ambas bandas fichan con Parlophone, y también tocan en el Star Club de Hamburgo,. Es John Lennon quien le sugiere añadir la "J" (de Julia, su madre) a su nombre artístico para darle una mayor atractivo comercial. Su primer sencillo (abril de 1963), producido por George Martin lleva el sello de calidad Beatle, su cara A es una versión de “Do you want to know a secret” y la B “I’ll be on my way”, un tema escrito expresamente para Billy por Paul McCartney. Posteriormente Billy J. Kramer and the Dakotas grabaran unos cuantos temas mas de Lennon-McCartney como “I’ll keep you satisfied”, o “From a window”, pero el top llegaría en julio del 63 con "Bad to me" un tema escrito por Lennon durante unas vacaciones en nuestro país que se convirtió en la primera composición de Lennon-McCartney (sin ser interpretada por los Beatles) en alcanzar el Top 40 de EE.UU. En su cara B "I Call Your Name" otro tema de Lennon, que desilusionado por los arreglos de los Dakotas, decidió grabar con los fab-four su propia versión, con George Harrison mostrando por primera vez el distintivo sonido "jangly" de la Rickenbacker 360.



"El grupo suena muy tosco, no está bien pulido y aparte el rock and roll y los muchachos con guitarras ya está pasando de moda (...) lo siento, no veo futuro en ellos", con estas palabras Dick Rowe, un ejecutivo de Decca, rechazó a los Beatles. Es cierto que no estuvieron muy finos durante aquella audición en los estudios de West Hampstead, y que en 1962 el Rock'n'Roll no parecía un negocio seguro, pero aquel avispado ejecutivo tan sólo escucho parte de dos de los temas. Aquellas cintas contienen un muestrario del repertorio de la banda, así como las primeras composiciones de McCartney para los Quarrymen. Tal vez por haber sido rechazadas inicialmente, temas como “Like Dreamers Do” nunca fueron editados oficialmente por los cuatro de Liverpoop. Así que en 1963, Brian Epstein tuvo la idea de ofrecer parte de aquellos temas a varios de sus protegidos, como The Applejacks, un sofisticado sexteto "Brumbeat" (sonido propio del West Midlands,  Birminghan) cuya principal baza era el perfecto  (y refrescante) sonido beat de sus dos guitarras, un teclado, la percusión, y como innovación, una bajista femenina (Megan Davies). The Applejacks eran un conjunto instrumental llamado the Crestas, hasta la incorporación del cantante Al Jackson, en ese momento su sonido Rock giró hacia el imperante Skiffle, y posteriormente al Beat. Su primer sencillo, “Tell me when”, había llegado al puesto 7 del chart inglés, tras ese éxito, Epstein les conseguiría una aparición televisiva junto a los Beatles, momento que aprovecharon para pedirles una de sus composiciones, “Like Dreamers Do” (1964) sería el segundo single del sexteto, irónicamente bajo el sello Decca.



Y terminamos hoy este primer acercamiento a los ajenos temas Beatles por todo lo alto... Peter Asher y Gordon Waller eran dos niños de buena familia, se conocieron mientras estudiaban en la exclusiva escuela de Westminster, descubrieron una común afición por la música y, para disgusto de sus padres que querían que fuesen médicos como ellos, decidieron convertirse en un dúo de folk. Tan rocambolesca idea no parecía aventurarles un próspero futuro, pero lo cierto es que no se les daba nada mal, su elegante sonido "folk del Mersey", añadía toques de Rhythm and Blues, Rock melódico y unas exquisitas armonías vocales con una clara inclinación hacia los Everly Brothers. Pronto consiguen cierta popularidad en el circuito Pop de Londres, actuaban regularmente en el Piccadilly Club, allí llaman la atención de Norman Newell, productor de Shirley Bassey o Petula Clark. Pero las discográficas no parecen interesarse por el dúo, sus maquetas eran convenientemente devueltas o simplemente desechadas. Necesitaban con urgencia un tema que despertase en interés de la industria. La suerte de la pareja es que uno de ellos tenía una bonita hermana, Jane Asher, por cuyos huesos suspiraba Paul McCartney, quien pasaba largas temporadas en la mansión de los Asher, en una habitación dispuesta para él el el ático. Aquella era la oportunidad de oro, si Macca les escribía una canción ninguna discográfica se atrevería a rechazarlo, le pidió a su hermana que intercediera en el asunto y Paul aceptó encantado, les escribió  “A World Without Love”, un excelente single (con “If I Were You”, no menos excelente tema firmado por Asher/Waller como cara b) que no solo no fue rechazado, sino que alcanzó el número 1 en el Reino Unido y en los Estados Unidos, siendo el primer grupo inglés en conseguirlo después de los Beatles. Tanto fue el éxito que en la estrella televisiva americana, Ed Sullivan les llamó para aparecer en su Show y presentase su siguiente sencillo, para esta ocasión Paul (convertido en su padrino profesional), les compuso “Nobody I know” y posteriormente “I don’t want to see you again”. Afianzados en el éxito gracias a los temas de McCartney, al compositor se le ocurrió realizar un curioso experimento: ¿Qué pasaría si el dúo grabara una nueva canción escrita por él, pero sin apoyarse en la ventaja de la acreditación Lennon / McCartney?. En 1966, bajo el seudónimo de Bernard Webb, les compuso "Woman" (no confundir con el tema de Lennon), y la canción apenas bajó del puesto treinta en las listas de ventas...¿que conclusión sacaría Paul de todo esto?, a saber, vosotros podéis sacar las vuestras...

viernes, 21 de febrero de 2014

Al Green "This is Soul"



El Soul, ese compendio perfecto entre lo religioso y lo profano, el sexo y el ritmo, el cuerpo y el alma, un género musical único e imprescindible, que a pesar de estar bastante delimitado históricamente en una sola década, su profunda y permanente huella se puede apreciar intensamente en variedad de ritmos y estilos a lo largo de la historia de la música. Se puede apreciar el Soul de muy diversas maneras (tantas como adeptos tenga), pero para entender su intensidad hay que referirse al Gospel, en los afectados cánticos al altísimo, con sus elevados coros, lamentos al borde del trance y conexión mística, está el "alma" que tanto el Soul, como otros ritmos afroamericano han sabido interiorizar tan maravillosamente, y que ningunos otros ritmos modernos (creados por los rostros pálidos) han podido (ni podran) imitar, ni llevárselo a su terreno, sin parecer una imitación descafeinada y sin esencia. Inicierse en el Soul es facil, solo hay que recurrir a los clásicos, escuchando a Sam Cooke, Otis Reeding, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Smokey Robinson, James Brown, Sam and Dave, o Ray Charles (por ejemplo), uno puede hacerse una idea de la variedad de increíbles sensaciones y emociones que desprende, además de su lo amplio de su espectro sonoro, común, pero difícil de encasillar en una sola calificación. Por eso, y para tener una visión mas completa del asunto, yo siempre recomiendo escuchar a un artista que comprende la magia de los grandes, pese a que quizá para muchos sigue siendo secundario frente a otras luminarias del género, y lo hizo sin perder su esencia ni su punto renovador, hoy en Grafistantaneas, la elegancia, la melodía, el susurro sensual y la voluptuosa energía de Al Green...  


Albert Greene nació en Forrest City en 1946, en el sureño estado de Arkansas, su familia se dedicaba a trabajar los campos de otros a cambio de una parte de los beneficios. Aprincipios de los 50 las cosas empezaron a ir mal económicamente, por lo que la familia Greene decide marchar a Michigan en busca de nuevos y mejores campos en los que poder ganarse el sustento. La familia Greene siempre mostró un gran interés por la música, siempre y cuando tuviese una finalidad espiritual, Robert Greene había inculcado a sus hijos el respeto a Dios y al evangelio, ya en Arkansas, Albert (con nueve años), junto a sus hermanos Robert, Walter y William elevaban sus cánticos al altísimo como un cuarteto (de cierta popularidad) llamado Greene Brothers. Una vez en Michigan el cuarteto tuvo una cierta continuidad, sus voces se encuentran en lo mas alto del "circuito evangélico" estatal. Pero Albert siente la música de manera distinta a sus hermanos, un buen día su padre lo descubre escondido en su habitación escuchando canciones de Jackie Wilson, Albert declara abiertamente su deseo de dedicarse a la música secular, escandalizado, Robert Greene decide expulsarlo del cuarteto familiar y, lo que es peor, de su casa (posteriormente sería parcialmente perdonado y acogido en el seno familiar de nuevo).



En 1964, Greene forma, junto a unos colegas de la escuela de secundaria, su primera banda de pop "the Creations", durante tres años va conformando su personal estilo a base de conciertos escolares y fiestas estudiantiles, incluso graban algunos temas bajo el sello independiente "Zodiac". La cosa parece ir en serio, así que en 1968, dos de los miembros del grupo, Curtis Rogers y James Palmer, forman su propio sello, Hot Line Music Journal, rebautizados como Al Greene and the Soul Mates, ese mismo año consiguen colarse en el puesto 41 del Rhyhtm and Blues chart con su "Back Up Train". Pero a pesar del aparente éxito del tema, las ventas no acompañan, la banda se disuelve a finales de año, por lo que Albert decide probar suerte en solitario, adopta el nombre artístico de Al Greene, y comienza a rodar por el circuito local de clubes nocturnos. Una noche, durante una actuación, coincide con el trompetista y vicepresidente de la discográfica HI Records, Willie Mitchell, quien ya había predicho el éxito de Green al verle por primera vez junto a the Soul Mates en Midland, su show en solitario le impresiona de sobremanera, y le invita a Memphis para grabar un álbum juntos. Mitchell era un tipo perspicaz e inteligente que sabía sacar lo mejor de cada artista, convertido en su mentor, incentiva a Green en busca de su propio estilo vocal, desechando todo rastro de imitación a los grandes referentes como Jackie Wilson, Wilson Picket, James Brown o Sam Cooke, exprime al máximo sus fraseos, le hace disfrutar con ese peculiar falsete dulce, casi susurrante, dosificando sentimientos y siempre al límite, con la emoción a flor de piel. Willie Mitchell sabía lo que se hacía, dotaba a Green de unas señas de identidad propias, y al contrario que otros productores del momento, no le impuso sus ideas, dejando a Green evolucionar a su manera, creía en él, y la cosa funcionó.

En 1970 publican juntos "Green is Blues", un álbum con temas conocidos de diversos autores (Lennon y McCartney, Smokey Robinson, Jerry Buttler) de  éxito moderado en el que ya califican a Green como la última superestrella de Soul sureño. Su siguiente trabajo con Mitchell como ingeniero de sonido fue "Al Green Gets Next to You" (portada setentera y fea de narices), un estupendo trabajo en el que Green se destapa como un artista de alto octanaje, con versiones notables como “Light My Fire” de los Doors, o “I Can't Get Next to You” de los Temptations, junto a composiciones propias exquisitas como "Tired of Being Alone". Green se consolida como un grande del Soul, su personal estilo es garantía de éxito. Su consolidación definitiva llega sólo un año mas tarde, "Let’s Stay Together" (1972), un rotundo éxito (disco imprescindible) para un trabajo de Rhythm and Blues, alcanzando el número ocho en la lista de albumes de pop, siendo "Let’s Stay Together" el sencillo numero uno imbatible durante dieciseis semanas consecutivas, un superventas, recuperado y engrandecido por obra y gracia de Quentin Tarantino que, según cuenta la leyenda, era una "demo" que Mitchell tenía guardada y arregló con esmero para que Green la grabara, lo cierto es que no le gustó y la tachó de poco comercial, pero la oportuna intervención de Al Jackson Jr (batería de Booker T. and the MG's, y arreglista de Mitchell) convenció a Green, y decidieron darle una nueva oportunidad y grabar el tema, Green re-escribió la canción, pero no terminaba de convencerle, tuvieron que pasar dos días, varios arreglos instrumentales, y una nueva letra para llegar a la versión definitiva. Una obra inigualable se mire por donde se mire, Soul sosegado, sexual, sensual, caracterizado por la personal voz de Green que se contonea como una serpiente a lo largo de un disco, que al final, nos deja extasiados por su verdad y calidad.



 Dos años después de la definitiva consagración de Al Green como estrella del pop, sucedió uno de esos episodios en los que la realidad se siente engañada por la ficción, el 18 de octubre de 1974,  Mary Woodson White (pareja sentimental de Green, a pesar de estar casada con otro hombre) pide al artista que la convierta en su esposa, el rehusó tan honorable proposición, la joven, al verse rechazada, decide vengarse arrojando una cazuela de maíz hirviendo sobre la espalda del cantante mientras este se estaba duchando. Green fue hospitalizado con quemaduras de tercer grado en espalda, estómago y brazos, la mujer se encerró en la habitación del artista donde se pegó un tiro con un revolver de Green, dejando una nota sobre sus razones. Este hecho fue interpretado por Green como una señal divina, un castigo por su vida superficial, durante el largo recuperamiento decidió volver al camino de Dios, compra su propia iglesia, ordenándose ministro reverendo del tabernáculo del pentecostalismo (en inglés Full Gospel Tabernacle) y abandonó el Soul y el pop como penitencia (curiosamente, al final corrió una suerte parecida a la de su idolatrado Jackie Wilson). A partir de ese momento,la religión pasó a ser el eje fundamental de su vida, sin embargo intenta compaginar su actividad popular con la religiosa, pero en 1979, durante uno de sus conciertos Soul, sufre una caída, una nueva señal del altísimo, a partir de entonces y durante la década de los 80 ya sólo se dedicará al Gospel y a la música religiosa (con muy notables trabajos, he de decir, sin embargo no explotan todo el potencial de Green)

Green, finalmente volvió al buen camino (al del Pop y el Soul) y hoy en día da sopas con ondas a las nuevas luminarias del Soul. Un tipo con un "toque divino", una voz memorable (dicen  que cuando canta te produce un placer similar a la dulce quemadura que sientes en la garganta al tomarte un buen whisky de malta, y en un ejercicio de banalidad adjetiva no dudaron en denominarle el Sinatra negro), un artista esencial, moral, sexo, fe ciega, exhibicionismo, humildad...Welcome brothers and sisters…This is Soul

jueves, 13 de febrero de 2014

"Living is easy with eyes closed"

 “Parece que hay que hacer películas de gente extraordinaria, superhéroes, pero es la gente humilde la que salva la humanidad haciendo su trabajo bien” (David Trueba)

1966 había sido especialmente agotador para los cuatro de Liverpool, tras la promoción de "Rubber Soul", y casi sin descanso, the Beatles se encierran en el estudio para la grabación de su siguiente trabajo discográfico ("Revolver"), hacia finales de año regresaban exaustos de una complicada gira por Japon y Filipinas (donde soportaron la peor humillación que les tocó vivir a lo largo de toda su carrera, maltratados por la policía de Imelda Marcos, acusados de haber desairado y humillado a la primera dama), la prensa no paraba de agobiarles por el famoso comentario de John en que declaraba (con bastante razón y cordura) que los Beatles eran "mas famosos que Jesucristo", y luego estaba el fenómeno fan, que nunca les dejaba un minuto de tranquilidad o privacidad. A finales de aquel mismo año los Beatles deciden tomarse unas semanas de descanso, necesitaban recargar energías para el próximo año. Ya en aquel momento Lennon comenzaba a tener dudas, estaba realmente decepcionado y asqueado del monstruo en que se había convertido el grupo y todo el fenómeno que arrastraba: En tres años habían hecho dos películas (“A Hard Day´s Night” y “Help!”), con sus temas incluidos, sus giras, sesiones de grabación, ensayos, promociones...Todos estaban agotados, pero él, especialmente sensible y “en el ojo del huracán”...necesitaba escaparse.

...Y se fue con Richard Lester (director de las dos películas “Beatle” hasta el momento) a rodar “Cómo gané la guerra” (“How I Won the War”), una especie de parodia antibelicista ambientada en el desierto norteafricano durante la segunda guerra mundial, cuyo rodaje se realizaría en Almería entre septiembre y noviembre de aquel mismo año. Su papel era secundario, menos aún, de reparto, eso le permitió parar, rodearse de desierto, serenidad, podía caminar tranquilamente por la orilla de la playa de la costa almeriense embebido en sus pensamientos, degustando esos curiosos "chupa-chups" españoles, o de la mano de su entonces esposa Cynthia, que llegó dos semanas después (junto con Ringo) sin temor a ser molestado por aquellas gentes, respetuosas con la gente "del cine" y que sólo lo conocían como "el inglés". Aquella estancia en Almería cambiará por completo a Lennon, no sólo en su aspecto, con un nuevo corte de pelo, y esas gafas redondas, parte del atuendo de personaje al que interpreta en la peli, y que le acompañarán el resto de su vida (convertidas casi en un símbolo de paz), sino también en su forma de plantearse su existencia, sumido en una crisis de identidad acentuada por sus devaneos con el LSD, además, desde hacía mucho tiempo, se encontraba sólo, sin el resto de los Beatles, trabajando en algo completamente distinto, y en un lugar alejado y extraño...

A pesar de que la visita de John Lennon a nuestro país, fuese una noticia de carácter internacional, tan sólo un par de medios se hicieron eco del asunto, y, mas curioso todavía, ni uno de los integrantes de los cientos de grupos musicales, (muy activos en aquel momento y que tenían a los Beatles como mayor referente) se acercaron a Almeria a buscar una foto, una colaboración, o simplemente rendirle un homenaje con una noche de copas a la española. El único visitante español que de motu propio llegó a Almeria para ver al artista fue un profesor de inglés que usaba canciones de los Beatles para motivar a sus alumnos. Aquel pedagogo tan peculiar escuchaba los temas de la banda de Liverpool en Radio Luxemburgo, a falta de internet, aquel profesor transcribía las letras de oído. Así que cuando se enteró de que Lennon se encontraba en Almería, abandonó su Cartagena natal para ver si la mayor estrella de la historia del pop podía corregirle las letras. Y lo mas curioso es que lo consiguió, Lennon recibió a aquel profesor y revisó sus transcripciones.  Y atentos al dato: el siguiente trabajo de los Beatles, Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band (1967), incluyó por primera vez, en su interior las letras de sus temas.... Esta es la excusa argumental que acaba de arrasar en los premios Goya, "Vivir es facil (con los ojos cerrados)" de David Trueba ha sido la película triunfadora de este año, un filme optimista, nostálgico y esperanzador que ha logrado galardones en diversas categorías, guión, dirección, mejor película, actor (Javier Cámara), e incluso  mejor música original (creada por el guitarrista de Jazz Pat Metheny). Una maravillosa película sobre sueños, superación, respeto a las cosas bien hechas...y Lennon...



 Pero hay mas, siempre lo hay, el título de la película se extrae de uno de los versos de "Strawberry fields forever", uno de los temas cruciales de los cuatro de Liverpool, y que Lennon, en las pausas del rodaje, compuso durante aquellas semanas en Almeria, un tema un cargado componente esotérico, misterioso, con un punto surrealista (tal vez inspirado por los paisajes de Carboneras, Cabo de Gata o Tabernas). Cynthia Lennon declaró años después que la casa en la que pasaron aquellos días (un palacete del siglo XIX con un gran jardín y piscina desde la que se divisa la bahía de Almería) estaba llena de misterio, las cosas se movían, se oían ruidos extraños y se encendían y apagaban las luces, siempre vigilados por la imagen de una virgen en el rellano de la escalera... pero no, eso no fue lo que inspiró aquellos versos. Allí grabó Lennon la primera toma de la canción acompañado de su guitarra acústica, únicamente había escrito una estrofa, pero ¿qué llevó al beatle a evocar un frondoso orfanato de Liverpool en medio de paisajes que solía comparar con "la luna"?. Tal vez eso nunca lo sepamos, a tía Mimi no le gustaba que John fuese de pequeño a jugar a Strawberry Field ( no Fields), ya que las amistades con las que frecuentaba aquel orfanato militar le podrían llevar por el mal camino, pero Pette Shotton e Ivan Vaughan era buenos chicos, allí se divertían, podía ser libre..."Nothing is real... (Nada es real)", "You know I know it is a dream... (Sabes que se que esto es un sueño)"... Cuando aquel onírico tema salió al mercado el 17 de febrero de 1967, Brian Wilson, líder,compositor y genio errante de los Beach Boys, inmerso en una de sus paranoicas crisis existenciales por su inacabado proyecto metafísico "SMiLE", comentó a la prensa que tras escuchar "Strawberry Fields" abandonó cualquier intento por competir con los Beatles.

La grabación del tema supuso toda una odisea aparte, John hizo cientos de tomas distintas, George Martin había quedado fascinado con la tranquila letra tras escuchar a Lennon interpretarla con su guitarra, durante las sesiones de grabación pasó casi a ser una canción heavy rock, John nunca estuvo conforme con el resultado, "Strawberry Fields" fue probablemente la primera composición que se tomó verdaderamente en serio, abarcando incluso parte de la producción, hizo cientos de cambios, de la instrumentación básica pasaron a arreglos con trompetas y cellos, pianos, sitar, mellotrón, sonidos de percusión grabados al revés... al final John eligió dos tomas como buenas (atentos que ya no volveréis a escuchar el tema de la misma forma), pero resulta que estaban en diferentes tonos y tempos, cuando Martin le hizo saber esto a Lennon, este respondió "You can fix it, George" (tu puedes arreglarlo), y así fue, Martin, junto con Emerick (ingeniero de grabación de los Beatles), y la ayuda de un par de tijeras hicieron el injerto, compensaron los tonos, regularon las velocidades (exactamente el primer cambio es a los 59 segundos de la canción), el truco salió bien, aunque costó 45 horas de grabación en cinco semanas. George Martin cuenta que John le llamó un par de meses antes de su fallecimiento con la intención de re-grabar todos sus temas con los Beatles, sorprendido le espetó ¿Tambien Strawberry Fields?, Lennon le respondió "¡especialmente Strawberry Fields!" (todavía pensaba que estaba mal grabada y le echaba la culpa a McCartney por "sabotear de manera inconsciente la grabación")... genio y figura...

 Lo curioso es que aquel pedagogo que visitó a Lennon en Almería a finales de 1966 nunca puso "Strawberry Fields Forever" en sus clases, avanzado en métodos educativos, también mostraba un férreo catolicismo, por lo que solía excluir aquellos temas sospechosos de referirse a las drogas, tal vez si le hubiese preguntado a su ídolo este le hubiese respondido: "Como era pobre y no tenía donde ir, iba a jugar a ese orfanato, habla de la dificultad de volver a ser un niño cuando eres muy famoso”...Let me take you down, cause I'm going to...

viernes, 7 de febrero de 2014

The Doobie Brothers (lead vocal: Tom Johnston)

Es bastante curioso el como ciertos clichés se van consolidando a lo largo de los años, pervirtiendo de alguna manera nuestra memoria, estereotipos generalizados que acaban convertidos en axiomas de nuestra cultura general. De esta manera, en nuestra bucólica memoria colectiva los cincuenta se muestran plagados de jovenes con jeans, camiseta con cajetilla de tabaco bajo la manga y mucha gomina, que hacían carreras con sus descapotables al borde de un acantilado,  mientras en los sesenta, unos jóvenes con flores en el pelo y blusas se enfrentan a la sociedad con frases de paz y símbolos pintados en la cara, una década mas tarde los hippies trasnochados son sustituidos por Tonymaneros de discoteca con bola brillante sobre ellos, y algunos insufribles músicos sinfónicos de luengas barbas. No se puede luchar contra los tópicos, es inútil, muchas de estas afirmaciones incluso se pueden encontrar en los libros de historia, y no digo que no sean ciertas, simplemente son tan superficiales que no se deberían de utilizar para definir una década de música y cultura. En particular, los 70 sean posiblemente, la etapa peor descrita y tratada por el recuerdo cultureta común, en mi opinión, una época brillante, llena de creatividad y efervescencia, con tremendos hallazgos en el Rock y en la música en general (si deseáis profundizar un poco mas en el asunto os recomiendo una visita a "El Bar de Rick" donde cada semana hace un repaso a lo mas destacado de la discografía de los 70). Fueron los años del Soul, del Funk, del Rock n' Roll, de romper barreras, del mestizaje, la improvisación, la fusión de estilos, una época en que muchas de las bandas que surgían eran difíciles de clasificar o etiquetar, una de ellas fueron sin duda The Doobie Brothers, grupo eslabón entre el rock sesentero y sus posteriores evoluciones hacia el funk, quienes durante los 70 produjeron algunos de los discos más irresistibles del panorama musical del momento...

 La costa oeste en general, y California en particular, siempre han sido un hervidero de creatividad músico cultural, tal vez por su situación geográfica, el Folk, el Country y el Rhythm and Blues encontraron allí un lugar común (alimentados por ciertas brisas latinas), el surf se alimentó gracias al sol y a las doradas playas, mientras que la experimentación mas underground germinaría gracias al boom psicotrópico de los 60 y 70...California se mostraba como un paraíso de libertad con vistas al océano en oposición a mastodónticos centros urbanos como Chicago, Detroit o New York. A finales de los 60 cientos de bandas intentaban labrarse una reputación en los circuitos rock de la costa oeste, era un terreno difícil, para triunfar tenías que ganarte el fervor de los Hell´s Angels (banda de moteros, casi sectarios, amantes de las Harley Davison, cuya influencia social es innegable hoy en día). En ese panorama intentan colarse tres jóvenes músicos de San Jose (California), el guitarrista Tom Jonhston, el bajista Dave Shogren y el batería John Hartman, se hacen llamar "Pud" y pronto consiguen llenar los garitos mas punteros con decenas de moteros deseosos de escuchar su música. Casi a punto de comenzar los 70 se les une el también guitarrista Pat Simmons, quien, posiblemente fumado, se le ocurre la genial idea de rebautizarlos como The Doobie Brothers (en el argot callejero del sur de California, doobie es marihuana, por lo que vendría a ser algo así como "los hermanos canuto"). Tras una serie de actuaciones consiguen llamar la atención del productor y ejecutivo de la Warner Bros, Ted Templeman, quien es ofrece un contrato y la financiación para el primer álbum "The Doobie Brothers" (1971), un álbum folk y country rock bastante melódico al estilo de America, quienes en esa época lo petaban con su "A Horse with no name", un disco que pasó sin pena ni gloria e hizo que la banda replantease su camino.



 Tras ese primer traspiés, y decididos a alejarse del estereotipo de "banda de moteros", the Doobie Bros comienzan con una serie da cambios en su formación (algo que será habitual en el futuro de la banda) que dará como resultado un combo insólito hasta el momento en el Rock. Con la salida de Shogren, Tiran Porter se hace cargo del bajo, mientras Michael Hossack se uno como segundo batería, con lo que se convierten en una megaband con dos guitarras y dos baterías sobre el escenario. Con esta segunda formación publican "Toulouse Street" (1972), un estupendo álbum que, bajo la tutela de Templeman, endurece el sonido del grupo, continúan inmersos entre el contry/folk, pero se abren hacia el Rhythm and Blues con pinceladas de Hard Rock. Con temas como "Listen to the Music" se imponen en las listas de éxitos, tambien lo consiguen con la notable "Rockin´Down the Highway" y ese magnífico himno soul-rock que hacen con su versión del gospel "Jesús is just Alright" (original de Arthur Reid Reynolds, y posteriormente interpretada por The Byrds entre muchos otros). El éxito del álbum es arrollador, y en pocos meses alcanzan mas de un millón de copias vendidas...



 Con el beneplácito del público mas exigente y las emisoras de fm rendidas a sus pies, la popularidad de los "hermanos canuto" sube como la espuma, un año después del lanzamiento de su segundo Lp, sale al mercado "The Captain and Me" (1973), un trabajo sublime que continúa la linea trazada por su anterior disco, con temas ritmicos y contundentes como "China Grove" o el enérgico y archiconocido "Long Train Runnin" (Tom Johnston en estado puro, al 100% como vocalista y como guitarrista.), un temazo Soul-Rock, con una intro implacable y unas armonías vocales de escandalo que, con mas de dos millones de copias vendidas, convierten a The Doobie Brothers en una de las bandas punteras del momento. Debo decir, y sin desmerecer nada del resto de su trabajo, que hasta este momento, y sólo con estos dos últimos discos deben de estar en el lobro dorado de la historia del Rock, y eso que su popularidad aún aumentará en el futuro (pero, personalmente, su sonido posterior me interesa mucho menos). En 1975, Tom Jonhston comienza a no poder soportar el ritmo de las giras, con un estado de salud mermado por una ulcera sangrante que le mantiene hospitalizado, la banda intenta mantenerse sin él, algo que no consiguen, por lo que deciden buscarle un sustituto, el elegido es Michael McDonald, un cantante de Soul (blanco) que, junto a otras nuevas incorporaciones como el guitarrista Jeff Baxter, intentan darle un nuevo rumbo a la banda, ambos provenían de Steely Dan, tenían ideas nuevas y composiciones propias, por lo que en pleno cenit de la popularidad (rivalizando con bandas como The Allman Brothers, Grateful Dead o The Eagles), the Doobie Brothers afronta un nuevo cambio de rumbo.

El Liderazgo de McDonald se hace patente en sus posteriores trabajos (aunque Johnston continúa un tiempo con la banda), su labor es encomiable, combinan Soul, Jazz, funk, y Rock de manera soberbia, temas encantadores como "It Keeps You Runnin´", pegadizos como "What a fool Believes" (número 1 en singles en 1978, con el que consiguieron cuatro premios Grammy), o brillantes como  "Minute by Minute" o "Here to love you", sin embargo, que queréis que os diga, ni frío ni calor, para mí ya no tienen ninguna importancia, McDonald no es, ni mucho menos Tom Jonhston, no tiene garra ni carisma, en mi opinión es un Kenny Rogers metido a sosias de Otis Redding (su disco de homenaje a los clásicos de la Motown es tan flojo que avergüenza). Los primeros Doobie eran cojonudos, un rock sureño que se dejaba contaminar por el Soul y el funk sin pudor alguno, un sonido sucio y contundente de unos chicos blancos de California, el resto es flojo, blando y complaciente, para mi los Doobie eran una banda de Rock, un grupo a recuperar que ha sido maltratado por el paso de los años, y cuyos continuos cambios de formación les llevó a convertirse en un grupo completamente distinto, y del que yo, hoy, no quiero acordarme....disfruten del sonido amigos: